domingo, 23 de octubre de 2011

Justificación
El ser humano en su etapa de adolescencia busca identificarse con un grupo que atraiga sus ideologías, pensamientos, y actividades recreativas. Es por eso que diferentes jóvenes adoptan posturas dentro de tribus urbanas en su entorno y sociedad. Sin embargo, existen grupos adolescentes que van más allá. No solo intentan diferenciarse de otras tribus, sino de sus mismas culturas. En este caso tenemos a los llamados “Otakus” que, además de su atracción por el anime y manga japonés, buscan una relación directa con el país exportador de lo que ellos consideran arte, aprendiendo conductas, expresiones e idioma para involucrarse más con esa cultura.
No es una generalización, es cierto, pero gran parte de esta “tribu urbana” siente una relación cultural con el oriente del mundo y por esa razón es un tema interesante de estudiar, pues la motivación de los Otakus encierra más que una simple moda o gusto personal hacia las series animadas del japón. 

La elección de analizar el grupo de los Otakus parte del interés que tenemos en conocer nuevos modelos de relación de los jóvenes, con el objetivo de identificar las razones que los llevan a crear nuevas formas de interrelación social, con sus propios códigos de comunicación, valores, vestimentas, afición por determinada música o video-juegos y saber ponernos en el lugar del “otro”, para comprender y respetar sus gustos y aficiones, reconocer su derecho a formas de ser “distintos”, es decir: “No es tanto advertir que existen otros, como reconocer que se vive y actúa en un mundo compartido por otros”.[1]
En el grupo que vamos a estudiar la idea unificadora es la identificación con los animes japoneses, con la cultura japonesa que los lleva a crear una forma de vida particular, crean espacios de encuentro y fiestas originales como el Otakufest, en que participan gran cantidad de jóvenes que se sienten parte de este grupo.
La originalidad de los Otakus parte de identificarse con una cultura tan lejana como la japonesa y esta identificación es a través de los animes, es decir, con personajes inexistentes en el mundo real como Naruto o Hiroshi-san, a quienes dan vida, sus fiestas parecerían salidas de los video-juegos, revistas o cortos de TV.
Lo que estamos señalando son apreciaciones externas del grupo de los Otakus que iremos descartando o afirmando conforme nos acerquemos y conozcamos más de ellos en un marco de respeto tratando de interpretar los significados que le dan a sus formas de expresarse, a su pensamiento y a sus acciones.


[1] MILLÁN Armando (2010)  Ética y Ciudadanía: Los límites de la convivencia / Editorial UPC- Lima pp.288

No hay comentarios:

Publicar un comentario